
La Casa Moreyra
En San Isidro existe una antigua casona cuyos orígenes se remontan muchos años atrás, incluso a los primeros años del Virreinato del Perú. Según se sabe, la zona que hoy ocupa la casa fue adjudicada a Nicolás Rivera “El Mozo” a tan solo tres años de la Conquista. Luego de esto, en 1560, al volverse propiedad de Antonio Rivera, se siembran los primeros olivos de lo que hoy en día se conoce como El Olivar.
Inicios de la Casa Moreyra
Al comienzo, en el terreno que hoy ocupa la Casa Moreyra se hallaban las chacras en las que se cultivaban los principales productos que se consumían en la capital. El diseño de la casa propiamente dicho se dio en el siglo XVII y, según se cree, el plano fue hecho por Pedro Noguera, un arquitecto del barroco de origen catalán, quien además fue escultor y ensamblador.
Reconstrucción tras el terremoto
Un siglo más tarde de su construcción, un terremoto azotó la capital afectando la estructura, por lo que tuvo que ser reconstruida. De esa manera se perdieron varios de los detalles barrocos que Noguera había incluido en su diseño; no obstante, obras de restauración actuales, han permitido rescatar esta parte de su historia.
La casa Hacienda San Isidro
Aunque actualmente la casa es conocida como la Casa Moreyra, lo cierto es que, en el año 1777, al pasar a ser propiedad de Isidoro Cortázar y Abarca, aquel la bautiza como Hacienda San Isidro, en honor al santo patrón de los agricultores. Los años siguientes, la propiedad cambió de dueño en varias oportunidades hasta que, durante la República, en el año 1853, mediante subasta, pasa a manos de José Gregorio Paz Soldán.
La hacienda ha sido escenario de momentos históricos, desde su creación, incluso en ella se llegó a ofrecer una recepción a Don José de San Martín, en 1821. Pero esto no es todo, también fue escenario de la Batalla de la Palma, durante la guerra civil de 1855.
En 1920, cuando la avenida Arequipa es trazada, la casa queda dividida en dos, por lo que las tierras que la rodean se urbanizan, y de ese modo deja de funcionar como una hacienda. En el 72, la propiedad es declarada Monumento Histórico. Actualmente, esta antigua casona es sede del restaurante Astrid & Gastón, cuya oferta gastronómica, que se renueva cada temporada, busca cautivar con su oferta, al integrar en ella todos los sabores del Perú.